Por: Pablo Villegas P.

La lengua en polvo,

la palabra en barro,

la saliva espesa toma forma y me observa...


Y escalar y avanzar y morir y repetirse las noches,

rumiar de caníbales son mis sueños,

aullidos de perras en celo me apuñalan como viejitas sonrientes

y yo, cansado, me arranco los ojos indigno de observar las heridas.

No voy a levantarme.

¡No voy a recoger mis palabras, no voy a recoger los cuerpos,

no voy a recoger las infancias muertas, no voy a recoger nada!



Fornican las dudas y me babean

como mareas, como oceanos bajo la piel de un miedo agónico

que combate a un sol valiente,

y quizás, medio hombre y cobarde, me aleje después de un punto perdido.


La risa y los tontos se quedaron entre las sábanas,

y como un recuerdo sin sentido, los abandone.


El mal tiempo como una categoría del “fracazo”,

índice y olvido, atropello y sangre, ave y perro llorando de hambre,

hombre llorando y bebido intentando ser ave y termina muerto,

Pablo y no existir nunca y termino siendo.


Canalla, cien veces canalla, como cacofónica,

como caca y concordancia,

como perder y la dependencia,

como no intentarlo y levantarse,

como olvidarlo y levantarse.

Categories:

Leave a Reply